!UN ADORNO AL CORAZÓN!
Dios está sumamente interesado en el estado
espiritual de la mujer, por lo que se nos dedican varios versículos en la
escritura.
Vuestro
atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de
vestidos lujosos sino el interno, el del corazón, en el incorruptible
ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de
Dios.
Ese ornato incorruptible del que habla la
escritura es como “un adorno al corazón de la mujer”. Deberá ser incorruptible, cuidando de no
contaminarse con malas actitudes y palabras ásperas que pudiesen contaminar el
espíritu afable y apacible que es de gran estima delante del Señor.
Note que dice: El espíritu afable y apacible
viene del interior de nuestro corazón, como una consecuencia lógica de haber
pasado tiempo con el Señor; de manera que no lo encontrarás a la venta en
ningún lugar; emana de Jesús y nuestras conversaciones con él.
Sobre toda cosa
guardada guarda tu corazón, porque de él mana la vida.
El plan eterno de Dios no ha cambiado, sigue
siendo el mismo: “Que todos los hombres sean salvos y vengan al
conocimiento de la verdad”. Este
deseo incluye: A tu esposo, hijos, padres, hermanos nueras, yernos, nietos.
¿Cómo deberé actuar para que el deseo de Dios
se cumpla en mi matrimonio, o con las personas que viven a mi lado? Quitando la
apatía de mi corazón sería lo primero, no volviéndome indiferente hacia el destino
espiritual de mi esposo y demás familiares. Sé que ellos no son salvos, oro por
ellos, pero no les doy un buen testimonio de mi fe. ¡No me interesa! me
conformo con el hecho de saber que mi alma está asegurada con Dios; no quiero
ser usada como un instrumento para darles testimonio de Jesús porque sé que eso
implicaría un “enorme cambio en mí.”
Tu testimonio en casa como mujer cristiana
será el que finalmente dé resultados en el corazón de tu familia. Los hechos
hablan más que las palabras, de tal manera que habla menos y actúa más. La
Biblia avala lo que acabo de escribir:
Para
que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la
conducta de sus esposas.
La incredulidad de ellos será desarraigada por la conducta de una
mujer cristiana. ¡Será de gran impacto para los que conviven con ella! No
necesitarán oír todo un discurso sobre Jesús, bastará con ver a esa mujer en
sus reacciones, las palabras que escoge cuidadosamente al expresarse, actos de
amor hacía sus seres queridos sin esperar retribución alguna.
Palabra
fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para
salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
Estas hermosas palabras de vida serán
recibidas por todos nuestros familiares cuando estemos dispuestas a quitar los
estorbos de nuestro corazón. Habremos ganado su respeto y “oirán de Jesús”.
¡Que maravilla! El espíritu afable y apacible
dará su fruto. No dudes en trabajar para el Señor de esta manera. ¡Es eficaz!
Muchas personas han entregado su vida al
Señor al oír el evangelio, acompañado por el testimonio de una mujer con
espíritu afable y apacible.
¡Adorna tu corazón!
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