Ya no te amo

Ya no te amo

El día de hoy, sigo hablando acerca del tierno corazón de un niño.

Ellos solo quieren seguir siendo niños, no vivir como adultos, sin niñez, sin la alegría propia de un niño. Pocas sonrisas, pocos juegos…y muchas responsabilidades y preocupaciones. A tus hijos les preocupa mucho cuando ustedes como padres discuten frente a ellos, ya que el temor se apodera de su corazón y vienen a su mente palabras duras que han escuchado de papá diciéndole a mamá:


¡Ya no soporto el vivir contigo!-   ¡El amor que un día te tuve se ha terminado!

  
¡Solo estoy contigo porque soy  cristiano!.-   ¡Si yo pudiera, hace ya tiempo que te habría dejado! 


Y tú a su vez respondiendo de la misma manera y usando ésa palabra tan triste “Divorcio”.  Tus hijos  saben que si ustedes no están bien, su seguridad se ve amenazada, de ahí viene la tristeza que albergan algunos niños. Ellos son solo espectadores y se dan cuenta qué  nadie los ve, que no importa cuánto se griten y se humillen entre ustedes; ellos no existen para ustedes porque solo son “niños”

Esto debe parar papá, mamá, no se trata de juzgarlos por sus acciones, se trata de enseñar a los niños la manera correcta de vivir la vida, reflejando a Cristo a través de sus vidas. Un hijo es una pequeña persona, con un alma llena de sentimientos, y rasgos muy característicos que formarán su personalidad.

Áreas para meditar:


- Hoy pensaré en mis hijos como personas que ven cada gesto de mi cara y oyen cada palabra que sale de mi boca cuando hablo con su padre, y también cuando les hablo a ellos.


- procuraré que mis palabras sean un bálsamo para su corazón.


 Santiago 3:10


De una misma boca proceden bendición y maldición. hermanos míos esto no debe ser así.