¿Qué hizo Jesús, en medio de una situación difícil?
Cristo en los días de su carne, ofreciendo ruegos y suplicas con gran clamor y lágrimas al que lo podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. ¿Has llorado? Jesús también lloro, y rogó y suplicó, al que lo podía librar de tan tremenda aflicción. No solo eso, sino que sabía con certeza a quién se dirigía, y decía: Padre, todas las cosas son posibles para ti, aparta de mí esta copa; más no lo que yo quiero, sino lo que tú. Oremos al Padre, recordando que estamos orando al mismo Padre a quién Jesús oró; de manera que podemos llorar, rogar y suplicar ante él de la misma manera que Jesús lo hizo. ¡ Con temor reverente! Esto es, reconociendo su Majestad, Poder y Santidad. Aunque mi corazón este dolorido dentro de mí y sienta que las aguas han entrado hasta el alma, que no puedo hacer pie, porque estoy hundida en cieno profundo; desde ahí me levantará mi Dios con su gran poder, me escuchará por la abundancia de sus misericordias, me sacará del lodo y seré