Entradas

Mostrando las entradas de octubre, 2017

¿Qué hizo Jesús, en medio de una situación difícil?

Cristo en los días de su carne, ofreciendo ruegos y suplicas con gran clamor y lágrimas al que lo podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. ¿Has llorado? Jesús también lloro, y rogó y suplicó, al que lo podía librar de tan tremenda aflicción. No solo eso, sino que sabía con certeza a quién se dirigía, y decía: Padre, todas las cosas son posibles para ti, aparta de mí esta copa; más no lo que yo quiero, sino lo que tú. Oremos al Padre, recordando que estamos orando al mismo Padre a quién Jesús oró; de manera que podemos llorar, rogar y suplicar ante él de la misma manera que Jesús lo hizo. ¡ Con temor reverente! Esto es, reconociendo su Majestad, Poder y Santidad. Aunque mi corazón este dolorido dentro de mí y sienta que las aguas han entrado hasta el alma, que no puedo hacer pie, porque estoy hundida en cieno profundo; desde ahí me levantará mi Dios con su gran poder, me escuchará por la abundancia de sus misericordias, me sacará del lodo y seré
Imagen

Afectando la buena fama de tu hermana

Imagen
La manera como se conciben las cosas que uno ve o escucha, no siempre son lo que parecen ser. ¡Podemos equivocarnos! afectando la buena fama de una persona. Comentarios negativos no solo dañan su reputación grandemente; sino que debo estar consiente, del efecto que mis palabras negativas producirán en el oyente. Esto es, mis palabras viajarán con tal rapidez que me será imposible detenerlas. !El daño ya está hecho! Solo es cuestión de tiempo para que el daño se empiece a esparcir. Si me pregunto a mí misma ¿porqué lo hice? tendría cientos de justificaciones para hacerme sentir bien ante lo que hice. Pero si la pregunta fuera: ¿Para qué lo hice? La única respuesta sincera que encontraría sería: "Para dañarla". Siendo cristiana no me puedo justificar diciendo que no sabía lo que iba a pasar al difamar a una persona, porque conozco la escritura. En proverbios 6:16 se nos mencionan seis cosas que aborrece Jehová y aun siete que abomina su alma, esto significa: Dios

afectando la buena fama de tu hermana

Imagen
Afectando la buena fama de tu hermana. La manera como se conciben las cosas que uno ve o escucha, no siempre son lo que parecen ser. ¡Podemos equivocarnos!   De esta manera afectamos la buena fama de una persona, al hacer comentarios negativos dañando su reputación grandemente.   Yo misma sin darme cuenta soy la más dañada. ¡He roto mi comunicación con Dios! En proverbios 6:16 se nos mencionan seis cosas que aborrece Jehová y aun siete que abomina su alma, esto significa: Dios siente aversión por estas cosas, al considerarlas malas y perjudiciales para sus hijos. La lengua mentirosa, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, el testigo falso que habla mentiras, el que siembra discordias entre los hermanos… Cuando habla de: “ un corazón que maquina pensamientos inicuos” está diciendo que; es un corazón que trama de forma oculta y artificiosa, provocando un daño intencional en otra persona. Estamos hablando de una persona ¡sumam

Perdió a su hijo, en un instante

Imagen
                                                           En 2ª. Reyes 4 se nos narra la manera en que Eliseo intercede a favor de la mujer Sunamita. Esta mujer no tenía hijos, y científicamente hablando, no tenía probabilidades de procrear uno, porque su esposo ya era anciano. Y le dijo: “ El año que viene, por este tiempo, abrazarás un hijo. y ella dijo: No, señor mío, varón de Dios, no hagas burla de tu sierva. Más la mujer concibió y dio a luz un hijo el año siguiente, en el tiempo que Eliseo le había dicho. La Biblia no nos narra cómo fue la relación madre e hijo, pero seguramente le abrazaba, besaba y hacía todo lo que una madre hace. Ninguna madre puede imaginar lo que pasará en la vida de sus hijos, ella solo vive el presente, sin pensar que un día repentinamente puede perder a uno de sus hijos de forma inesperada. La mujer Sunamita solo tenía un hijo así que se dedicó a cuidarlo de manera esmerada. Y el niño creció y dijo a su padre: ¡Ay, mi cabeza, mi cabeza

¡Llorando por un abrazo!

Imagen
Es una bendición cuando en nuestros recuerdos evocamos a una madre y un padre amorosos, que nos abrazaron, protegieron y consolaron en nuestros primeros años de vida. A más de esto, escuchamos palabras de afirmación que aseguraron nuestra estima como seres humanos y nos hicieron crecer saludablemente.   ¡Que bendición! Pero no todos somos tan afortunados. Conocí a una chica quien carga un gran peso de soledad en su corta vida. No conoció a su mamá hasta los once años, fue cuidada por sus abuelos, pero ellos nunca pudieron ocupar el vacío en el corazón de ella, así que, creció con odio, enojo, desesperanza, pero sobre todo “una enorme soledad”.   Anhelaba “un abrazo, solo un abrazo de su madre”. Esos abrazos prolongados donde te quedas solamente descansando, tranquila, en la seguridad de los brazos de mamá. ¡Pero no llegó ese día tan anhelado! Ella se cansó de esperar y salió a buscar unos brazos que la abrazarán y consolarán en su adolescencia.   Aparecieron muchos braz