Necio ¿yo? una persona necia, no puede ver el daño que causa.

Necio, ¿Yo?

Cuántas cosas se podrían haber evitado en nuestras vidas, si tan solo hubiésemos escuchado el consejo de Dios.

Generalmente cuando anhelamos algo en nuestras vidas, no meditamos si nuestros deseos nos van a acercar a Dios o por el contrario nos alejaran del plan divino.

La Biblia describe en proverbios 13:16:

Todo hombre prudente procede con sabiduría;

Más el necio manifestará necedad.

 En el libro de Jeremías se nos describe a un rey llamado Sedequías, él tenía un grave problema. Los caldeos pueblo enemigo les querían atacar, así que envió mensajeros para que le pidieran a Jeremías profeta de Dios, que rogara a Dios por ellos.

Cuantas veces como creyentes nos hemos encontrado en situaciones muy difíciles de resolver, hemos pedido ayuda en oración a hermanos, para que Dios nos dé sabiduría para resolver nuestra situación. Los hermanos han orado, Dios a muestrado en nuestra lectura diaria lo que hemos de hacer;  aún nos habla a través de una predicación de una manera clara y contundente.

Jeremías rogó a Dios y habló con el rey Sedequías y le dijo:

 Así ha dicho Jehová: No os engañéis a vosotros mismos, diciendo: Sin duda ya los caldeos se apartarán de nosotros; porque no se apartarán.

El que se quedaré en esta ciudad, morirá a espada, o de hambre, o de pestilencia; más el que se pasaré a los caldeos vivirá, pues su vida le será por botín, y vivirá.

podríamos pensar que el consejo era algo contradictorio pero recordemos lo que dice la escritura: Cómo son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

Cuando te encuentres en una situación en la que tengas que tomar alguna decisión difícil, no seas sabio en tu propia opinión, ve a Jesús y reconócelo en todos tus caminos.

Muchas veces no vamos a concordar con Él, pero recuerda lo que la escritura dice:

Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche y le será dada.

Una de las características del hombre sabio es que es prudente, guarda en su corazón los consejos de Dios.

Cuando visito la cárcel de mujeres la mayoría de ellas refieren, que sí vieron las señales de peligro para sus vidas, pero decidieron ignorarlas.

La segunda parte de prov. 16:13 dice:

“Más el necio manifestará necedad”.

Dijo el rey Sedequías a Jeremías: Te haré una pregunta; no me encubras ninguna cosa.

Jeremías dijo a Sedequías: si te lo declarare, ¿no es verdad que me matarás? Y si te diere consejo, no me escucharás.

Que similitud tan grande con nuestras vidas. Pedimos consejo, pero en realidad solo queremos una opinión, no un consejo.

La opinión solo es para saber si la otra persona está pensando lo mismo que yo.

El consejo que viene de Dios, es cuando yo decido ser humilde y abro mi corazón para cambiar mi mente, y llevar a cabo con prontitud lo que acabo de aprender. La persona que aconseja deberá estar basada en las Sagradas Escrituras, nunca en su propia opinión.

El rey Sedequías acabó mal, pues decidió ignorar el consejo de Dios.

el ejército de los caldeos lo siguió y lo alcanzaron en los llanos de Jericó.

Y degolló el rey de Babilonia a los hijos de Sedequías en presencia de éste, en Ribla.

Y sacó los ojos del rey Sedequías, y le aprisionó con grillos para llevarle a Babilonia.

¡Qué final, más perturbador y triste! Ver cómo tus enemigos matan a tus hijos en tu presencia.

Esto me lleva a preguntarte

¿Cómo está tu corazón hoy?

¿Esperarás como el rey Sedequías, a ver un final trágico en tu vida, y en la de tus hijos?

¿No será mejor aprender de la vida de este rey?

Ruego a Dios que seamos humildes para recibir su consejo, y estar protegidos con su poder en cada paso que demos, mientras caminamos en esta tierra.

Encontrarás esta historia en el libro de Jeremías cap. 37-39

¡Dios te guarde y bendiga…siempre!